Diciembre 13, 2014
Opinión

Los tiempos del mercado

Enrique Erize

Mientras Chicago mantiene precios sostenidos a pesar de la producción mundial récord proyectada por el USDA, son muchos los que continúan sorprendidos por semejante comportamiento. Es obvio que continúan subestimando la demanda y el rol de los fondos especulativos en la plaza de referencia. No obstante ello, en las últimas semanas el “factor petróleo” ha irrumpido en el escenario generando dificultades adicionales para imaginar escenarios de precios futuros. Si bien resulta claro que el derrumbe en las cotizaciones del crudo no sólo impacta en la plaza granaria, nuestra opinión debe circunscribirse a la misma. Entre los aspectos de consecuencias negativas para los granos merece destacarse la pérdida de competitividad relativa del etanol derivado del maíz en EE.UU. (altísimo porcentaje de la cosecha estadounidense tiene ese destino) y también del uso de aceites vegetales para la elaboración de biodiesel en mezcla con el gasoil. Aún así, no debe olvidarse que en EE.UU. aún rige el corte obligatorio de nafta con etanol de maíz. Por su parte, entre las consecuencias positivas por las bajas en los precios del petróleo deben mencionarse la inevitable caída en los costos de producción y en los fletes, tanto terrestres como marítimos. En definitiva, el nuevo cuadro de situación genera perdedores (Rusia, Irán y Venezuela entre otros, por el alto costo de extracción) y ganadores. Entre estos últimos, muchos países que actúan como importadores netos de crudo verán mejorar sus expectativas de crecimiento. Asimismo, la novedad también tiene un efecto secundario en diversos mercados. La misma tiene que ver con el accionar de los fondos de inversión especulativos en los mercados de futuros y los flujos de dinero que mutan de un mercado a otro (al financiero por ejemplo) o de un producto a otro. En tal sentido, es importante ser cautelosos a la hora de involucrar con ligereza a los alimentos en cualquier “volteada” negativa en materia de precios.

Mientras tanto, la plaza triguera local va camino a una nueva “trampa mortal”. Trampa Mortal II, o III o IV. Ya no importa. Lo que sí importa es que es la peor de todas. Las cotizaciones internas por tonelada se ubican en el orden de los 50 dólares por debajo de la paridad teórica en el peor destino mundial en términos de competitividad . Colocar trigo en el norte de África o Medio Oriente, compitiendo con el trigo del Mar Negro o el blando europeo se puede lograr ofreciéndolo a 250 dólares FOB. Así, la paridad FAS daría 180 deducidos los derechos de exportación. Si pensamos en Brasil, el FAS Teórico “posible” se iría a 230 por tonelada. Como puede apreciarse, estamos ante una situación cuasi dramática. Todo como consecuencia de una política oficial inexplicable desde cualquier punto de vista. El “excedente” de la nueva campaña (en nuestra opinión) se ubica en el orden de las 6,5 millones de toneladas, partiendo de un saldo inicial superior a las 2 MMT (millones de toneladas métricas), una producción de 11,5 MMT, un consumo interno (incluyendo semilla de la próxima) de 6,5 MMT y asumiendo un saldo final de 0,5 MMT. Pero la realidad es que para abastecer de pan francés tipo flauta a todos los argentinos (objetivo declarado de Moreno cuando comenzó esta historia en mayo de 2006) hacen falta sólo 2,5 MMT. Pregunta: ¿por qué se habla de que para “proteger” el consumo interno se necesitan 6,5 MMT? Única respuesta posible: Para defender la mesa de algunos argentinos (este año les tocó a los panaderos). Aunque las expectativas no son muy auspiciosas, vender es la peor opción. El problema es que para muchos es la única.