Brasil –nación que emplea buena parte de su producción de granos para transformarla en proteínas cárnicas– es el gran ganador de la nueva coyuntura agroalimentaria global.

Las exportaciones brasileñas de carne porcina (considerando tanto cortes frescos como productos procesados) fueron de 67.200 toneladas en el pasado mes de mayo, una cifra 41% superior a la registrada en mayo de 2018.

La facturación de las ventas externas de productos porcinos sumó en mayo pasado 143,8 millones de dólares, un 54,6% más que en el mismo mes del año pasado, según datos de la Associação Brasileira de Proteína Animal (ABPA).

Con respecto a las ventas realizadas a China, en mayo las mismas fueron de 21.100 toneladas, una cifra 51% mayor a la del mismo mes de 2018.

“La cuestión sanitaria que está experimentando la producción china de porcinos generó señales más fuertes en el ritmo de importaciones de ese país”, indicó el presidente de ABPA Francisco Turra en referencia al impacto de la fiebre porcina africana. “La participación china en las exportaciones porcinas brasileñas es la más elevada de la historia”, añadió.

Vietnam, otra nación afectada por la fiebre porcina africana, el es pasado importó 1820 toneladas de carne de cerdo brasileña cuando un año atrás apenas había comprado 26 toneladas del producto.

ABPA además destacó un crecimiento interanual de las exportaciones destinadas a Chile (+99% respecto de mayo de 2018), Angola (+75%), Uruguay (+68%) y Argentina (+54%), entre otros mercados.

En lo que respecta a las exportaciones brasileñas de carne aviar (cortes más productos procesados), en mayo sumaron 381.100 toneladas, una cifra 14% mayor que la del mismo mes de 2018. La facturación del mes pasado fue de 658,9 millones de dólares (+27%).

El principal destino de exportación el mes pasado fue China con ventas por 54.800 toneladas, una cifra 49% mayor que la de mayo de 2018.

“China se consolidó como el primer destino de los embarques brasileños. El efecto genero por la crisis sanitaria en ese país asiático impulsó las importaciones, además de promover una suba de los precios medios de exportación”, explicó Turra.

China requerirá en el presente año incrementar la importación de proteínas cárnicas ante el déficit de oferta generado por la liquidación de buena parte de su stock de cerdos (debido a la expansión de la fiebre porcina africana). Adicionalmente, restringirá –por medio de aranceles adicionales o directamente bloqueos– el ingreso de carnes de EE.UU. debido a la “guerra comercial total” lanzada recientemente por el presidente estadounidense Donald Trump.

“La disrupción de mercado generada por China ocurre en un momento en el que otros importadores relevantes incrementaron sus compras. Hay también buenas noticias de México, donde los embarques deberán ganar un nuevo impulso con la oficialización de cuotas adicionales de importación”, apuntó Ricardo Santin, director Ejecutivo de ABPA.