China es la primera en el ranking de naciones importadoras de productos silvoagropecuarios. En 2014 concentró el 10% de las compras globales de alimentos, fibras y productos forestoindustriales por un total de 150.215 millones de dólares.

En los últimos cinco años las importaciones chinas de productos silvoagropecuarios crecieron a una tasa promedio de 14% anual. La cuestión es que, en ese período, algunas naciones agroexportadoras aprovecharon la voracidad china para aumentar su participación en el mercado asiático, mientras que otras se durmieron.

El primer exportador de productos silvoagropecuarios a China es EE.UU. con una participación del 22,0% en 2014 (nivel similar al registrado en el último lustro). El segundo lugar es para Brasil, que pasó de una participación de, 14,3% en 2010 a 17,7% y 16,3% en los años 2013 y 2014 respectivamente, según datos recopilados en un informe de la Oficina de estudios y políticas agrarias (Odepa) del Ministerio de Agricultura de Chile.

Canadá –tercera en el ranking– es otra de las naciones que lograron mantener su posición en el mercado chino (en 2014 fue del 6,7%), seguidas por Nueva Zelanda, Australia, Tailandia e Indonesia (ver cuadro).

Argentina ocupa el octavo puesto del ranking con ventas por 4666 millones de dólares en 2014 (equivalente a una participación del 3,1%). Pero eso no siempre fue así: en 2010 llegó a estar cuarta –casi a la par de Canadá– con una participación del 6,7% (ver cuadro).

En los últimos años China, además de comprar más de lo que venía importando, comenzó a adquirir grandes cantidades de nuevos productos (como sorgo, cebada cervecera o carne bovina) al tiempo que también incrementó las compras de alimentos envasados (como leche fluida y fórmulas infantiles).

La caída de la participación argentina –superior al 50% entre 2010 y 2014– se debe a que las ventas siguieron concentradas en un solo commodity (poroto de soja) cuyo valor cayó de manera significativa en el último año.

Los principales bienes silvoagropecuarios importados por china –en orden de importancia– son poroto de soja, madera en bruto, pasta celulósica, desechos de papel o cartón para reciclar, leches, aceite de palma y cueros en bruto, entre muchos otros.