Mayo 16, 2016
Opinión

Orejeando el trigo nuevo

Diego de la Puente

La suba verificada por los precios de la soja durante las últimas semanas han generado también, una reacción importante en los precios del maíz y del trigo. No obstante, en estos últimos dos casos la situación de oferta poco tiene que ver con lo que le ocurre a la oleaginosa. Solemos escuchar diferentes estimaciones sobre la caída en el rendimiento y eventual pérdida productiva en la cosecha de soja (se habla desde 6 millones de toneladas hasta 10), sin embargo nadie discute la cosecha de maíz. Por tal razón, la pregunta que cabría hacerse es ¿Por qué el maíz disponible vale arriba de los 200 dólares por tonelada y por qué el trigo de la actual campaña cotiza forward cerca de los 170 dólares por tonelada?

Para el primero de los casos mencionados la respuesta es relativamente sencilla. En efecto, la cantidad de buques a la espera del arribo del maíz a los puertos es superior al ingreso de la mercadería. El costo de un vapor en rada, que no carga, es extremadamente alto y de ahí los valores para entrega inmediata de maíz. Adicionalmente las otrora mayores exportaciones del forrajero por parte de Brasil, están obligando a nuestro vecino país a tener que importar grano desde nuestros puertos. La lógica determinación de los productores en intentar “levantar” primero la soja (cultivo con una mayor debilidad agronómica en las actuales circunstancias climáticas) agrava lo antedicho.

El caso del trigo, también es diferente. Si nos focalizamos en los valores del cereal disponible vamos a encontrar una recuperación manifiesta en los valores durante las últimas semanas, poco tiene que ver aquí lo ocurrido con la soja. El tan esperado arribo de Brasil sobre nuestros puertos, finalmente ha llegado. Durante el mes de marzo pasado Argentina le vendió cerca de 500.000 toneladas del cereal a nuestro vecino país. Y abril, aunque con un volumen menor, no le va en saga.

Así las cosas, resulta imperioso entender e interpretar que el mercado de la soja tiene sobrados motivos para ubicarse en los niveles de precios en los que actualmente se encuentra. De la misma manera, tanto el maíz como el trigo los fenómenos relacionados con dicha suba, aunque importantes, pueden ser más efímeros, sobre todo en el caso del forrajero. Sin embargo, en estos dos últimos casos hay un dato que no debiera pasar desapercibido, y es que el ritmo de compra por parte de la exportación viene muy adelantado al momento del año.

En resumidas cuentas lo que se trata de explicar en el presente artículo es que las estrategias comerciales que definirán la rentabilidad de nuestro negocio difieren de manera sustancial entre un producto y otro. Por definición los actuales niveles de precios debieran ser aprovechados en todos los productos. En el caso de la oleaginosa la venta disponible o sobre la posición Noviembre del Mercado a Término de Buenos Aires o ROFEX, debiera ser complementada con la compra de un “Call”  sobre la posición Noviembre en el mercado de Chicago. En su defecto, para aquellos que no quieran ponerle precio todavía a su producción la compra de “Puts” de Precio de Ejercicio 264 dólares por tonelada abonando una prima de 4 dólares por tonelada, se impone.

En el caso del trigo y del maíz, la situación resulta mucho más doméstica. En tal sentido, el hecho de ir “orejeando” el número de buques a la carga en el maíz y las compras de la exportación en trigo, parecieran ser los datos más importantes a seguir.

En definitiva, y para aquellos en donde las condiciones climáticas adversas no han sido determinantes en la definición productiva, de lo que se trata es de administrar el riesgo de precio en un negocio con rentabilidad. Entonces, cualquiera sea la estrategia adoptada podrá ser más o menos eficiente pero va a estar bien. Lamentablemente para aquellos otros en donde las vicisitudes meteorológicas si han sido definitivas en reducir los rendimientos potenciales, acertar en una buena elección de la estrategia comercial, seguramente hará la diferencia para salir mejor parados de un año que claramente va a ser malo.

Finalmente, pero no por ello menos importante, resulta imperioso empezar a observar con detenimiento y atención los valores de los granos de la próxima campaña 2016/17. Con cotizaciones del trigo nuevo cercanas a los 170 dólares por tonelada, de 155 dólares para el maíz y algo por debajo de los 270 dólares para la soja, llama a la reflexión.