Julio 4, 2020
Opinión

Los "Fundamentos" de mercado vuelven al centro de la escena

Diego de la Puente

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés), divulgó el pasado 30 de Junio sus tradicionales cifras sobre área y stocks trimestrales para dicho país. En tal sentido, la menor área implantada en los tres principales cultivos -en relación a lo que los operadores de mercado aguardaban- claramente fue una sorpresa y no tardó en generar una reacción positiva en las cotizaciones de Chicago. Era de esperarse y lo planteamos desde esta columna el pasado 11 de Abril, cuando marcábamos cierto interrogante al incremento de área planteado por el USDA en el reporte trimestral de Marzo. En relación a ese informe, en este caso el Organismo con sede en Washington incremento marginalmente el dato de área implantada con soja, pero baja 200 mil hectáreas la de trigo. Sin lugar a dudas, lo más relevante ocurrió en maíz, en donde el USDA redujo en más de 2 millones de hectáreas el área a sembrar con el forrajero. Pero ello no fue todo. También hubo reducciones en las implantaciones de cebada y algodón. En resumidas cuentas, si bien se nota un crecimiento respecto del año anterior, hay una caída de casi 3 millones de hectáreas respecto del reporte de Marzo de este año. Parecía demasiado promisorio y optimista que, con los actuales precios y la incertidumbre propia de la pandemia y la guerra comercial, se pudiera incrementar el área en semejantes niveles.

 

Lo que viene por delante

 

Este reporte pone nuevamente a los fundamentos de mercado en el lugar indicado. Teniendo en cuenta que actualmente nos encontramos por iniciar el periodo crítico de los cultivos en el Hemisferio Norte (sobre todo en Estados Unidos), el incremento en la volatilidad implícita de las cotizaciones va a estar a la vuelta de la esquina. Es imperioso estar muy atentos al clima en las dos o tres semanas venideras. En tal sentido, los pronósticos para los próximos seis a diez días (como así también para las próximas ocho a catorce jornadas), muestran actualmente condiciones de precipitaciones por debajo de normal con temperaturas por encima de la media. Y si bien los pronósticos pueden ser muy dinámicos, el maíz estaría ingresando en su periodo crítico de floración en dicho momento. El hecho de haber concentrado demasiado la siembra en relativamente poco tiempo, también concentra -como es lógico- el periodo crítico.

 

Particularmente en el caso del forrajero, la mencionada reducción de área sumada a una posición muy “sobrevendida” por parte de los Fondos de Inversión, podría generar una “ventana” de oportunidad para aquellos que todavía están con producción de la actual campaña, pero por sobre todo pensando en el próximo ciclo comercial. La soja, en cambio, posee fundamentos mucho más consolidados hacia un mercado con cierto soporte. No obstante ello, también resulta importante aprovechar todas las oportunidades.

 

En definitiva y más allá de lo que pueda ocurrir con el clima, variable azarosa y de resultado incierto, en un año en donde la gran mayoría de los sectores económicos del mundo van a perder plata (en el mejor de los casos), poder ir cerrando márgenes, pareciera ser lo irremediablemente correcto. Las especulaciones y los momentos de zozobra, pueden quedar para otros años. “Parar la pelota” y observar el contexto, serán sin duda el eje a la hora de tomar decisiones.