Abril 24, 2017
Opinión

Factores clave

Diego de la Puente

Parece increíble que nuevamente una gran parte de la zona productiva de nuestro país esté atravesando -o mejor dicho- reeditando los mismos acontecimientos de hace exactamente un año atrás. En tal sentido, el partido de General Villegas quizá sea el epicentro de todas las miradas, pero la realidad indica que hay muchas localidades anegadas por los excesos pluviométricos acaecidos en las últimas semanas. Cierto es que la situación no resulta tan grave, pero no deja de ser complicada. Más allá de las cuestiones vinculadas al rendimiento y, por ende, a la producción, está la cuestión logística. Buena parte de las subas verificadas en las cotizaciones internacionales a igual fecha del año anterior estuvo relacionada con la imposibilidad de trasladar la mercadería en tiempo y forma hacia el circuito comercial. Y, esta situación, genera también mucha preocupación entre los compradores en la presente temporada.

La pregunta sería: ¿Por qué Chicago parece indiferente a estas cuestiones? Simplemente entienden que no es tan grave, pero además la atención está centrada en otras variables no menos importantes. Sudamérica (y esto es a criterio de todos), está “levantando” la mayor cosecha de la historia, tanto en soja como así también en maíz. En el caso de la oleaginosa supera los 182 millones de toneladas, ubicándose 10 millones por encima del récord anterior de la campaña 2014/15. Claramente Argentina no hace la diferencia sino que es nuestro vecino el que impulsa a la región. Por el lado del forrajero, los algo más de 142 millones estimados para Sudamérica, mejoran la mejor marca registrada en 14 millones.

La diferencia fundamental entre estos dos productos radica en lo que Estados Unidos haga en materia de siembras. Mientras que el área del maíz baja a los mínimos estimados por los operadores, la implantación en el caso de la oleaginosa se ubicaría bien por encima de los pronósticos. Con estos factores arriba de la mesa, pareciera que a la soja le cuesta mucho desviar la mirada. El devenir de la demanda y del clima en Estados Unidos, se esgrimirán como factores claves a la hora de definir tendencias de precios.