Mientras la Cumbre del G-20 se está desarrollando actualmente en nuestro país, el mercado internacional de granos observa con atención el resultado de los acuerdos bilaterales entre los diferentes países, con especial énfasis en lo que pueda ocurrir entre Donald Trump y Xi Jinping en la reunión que, en principio, se llevará a cabo hoy entre ambos mandatarios.

Sin embargo y no por ello menos importante, la asunción del flamante Presidente electo de Brasil, se estaría efectivizando (dependiendo de la salud de Bolsonaro) un mes después de la cumbre entre los Presidentes de Estados Unidos y China. A juzgar por las declaraciones del futuro Ministro de Economía de nuestro vecino, el Mercosur no sería una prioridad para esta nueva administración. En este sentido, es interesante remarcar que el Mercado Común del Sur, (Mercosur), es tan sólo un acuerdo de tipo arancelario. No existen, al respecto, ni una moneda en común (como la Unión Europea), ni políticas diferenciales entre los países que integran el bloque, más allá de los aranceles comentados. Por otro lado, también es interesante hacer hincapié en que desde el 2003, el saldo en la balanza comercial entre Argentina y Brasil ha sido siempre a favor de nuestro vecino país. Desde el año 2004 y hasta la actualidad, el déficit en la balanza comercial argentina ha acumulado la friolera de unos 55 mil millones de Dólares, algo más de las actuales reservas del Banco Central de la República Argentina que se ubican en el orden de los 51 mil millones.

Pareciera estar claro que “relanzar” el Mercosur como un bloque de países más dinámico y moderno, está en la agenda de todos los mandatarios que integran el bloque. No obstante, la pregunta que muchos productores y actores de la cadena comercial en nuestro país se formulan, es qué podría pasar con el mercado del trigo en un escenario -eventualmente- más complejo luego de la asunción de Bolsonaro. Resulta interesante en tal sentido, analizar con detenimiento la importancia que tenía Brasil en las adquisiciones de trigo argentino antes que el Mercosur se formara. Teniendo en cuenta que dicho bloque fue originado en el año 1991, los datos de años precedentes muestran que nuestro vecino ya adquiría un alto porcentaje de las exportaciones argentinas del cereal. Por caso, durante los años 1987/88/89 dicho porcentaje promediaba aproximadamente el 25% del total de las ventas externas de nuestro país. Sin lugar a dudas, la cercanía entre ambas naciones y la habitualidad de compra, parecieran exceder la importancia del 10% de arancel actualmente existente. Claro está, que la protección arancelaria ayuda, sobre todo cuando se va agotando el saldo argentino extramercosur. De todas maneras y más allá que en el mundo existan cada vez mayores exportadores de trigo (Rusia es un claro ejemplo), los países del Sudeste Asiático como Vietnam, Filipinas y otros, van escalando año tras año en el escalafón de los principales importadores mundiales de trigo. Para seguir con atención…