Mayo 26, 2016
Lo que pasa en el sector
En el norte ya representa el 38% del valor del producto

Córdoba: Nuevo aumento del flete pega fuerte en la producción

En un contexto de alza generalizada de los precios de los fletes la provincia Córdoba acaba de oficializar un aumento del 7%, la suba en el año acumula un 23%. El costo del flete afecta cada vez más la rentabilidad de la producción

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La Secretaría de Transporte de la Provincia de Córdoba publicó el pasado viernes 20 en el Boletín Oficial la resolución 59/2016 que oficializa el segundo aumento del año en el transporte de granos en Córdoba, elevando un 7% más el costo de los fletes de cargas. Así, en menos de dos meses y medio, se dieron dos incrementos a la tarifa orientativa para el transporte de granos en esta provincia, el primero fue a principios de marzo, del 15%. Con el nuevo aumento el costo se elevó un 23% en relación a la tarifa que rigió durante 2015.

 

Los últimos incrementos en los precios de los fletes, originados principalmente en el aumento del gasoil, llevó a que, por ejemplo, en el norte del país el coto del flete a Rosario represente más del 38% del valor bruto, para maíz, y el 20% para soja. Los números hablan por sí solos: el aumento del gasoil vuelve a poner en escena la controversia sobre la forma negativa en que incide el costo de los fletes en las producciones más alejadas de los puertos.

 

Prograno, que agrupa a los productores salteños, ha informado que el último aumento del gasoil, según sus propios cálculos, incrementará el precio de los fletes entre 3 y 5%, lo cual representará un costo adicional de 40 pesos por tonelada o de 1.200 pesos por camión. La cuenta que deben pagar los productores, en total, crecería en unos 60 millones adicionales. Calculan que desde la región un flete terrestre a Rosario costará un 25,2% del valor de bruto de producción en el caso de soja y un 40,1% si se trata de maíz, una proporción que se eleva según la distancia.

 

La suba en el transporte de cargas vuelve a mostrar la debilidad estructural de la producción en las zonas alejadas a los puertos, cuando el destino pretendido es la exportación como producto primario. Las políticas de devaluación y de quita de retenciones a las producciones de granos y oleaginosas permitieron mejorar la rentabilidad incluso en estos casos, pero tan sólo en una muy breve ventana de tres a cuatro meses.

 

Sin embargo, esta mejora de competitividad quedó prácticamente eliminada por el aumento de algunos costos, dado que, a partir de los primeros incrementos en los precios del gasoil, y con el reacomodamiento al alza en los precios de los fletes en las distintas regiones del país, la competitividad volvió a caer. A ello se le agrega el hecho de que otra porción de los costos, como los insumos, están dolarizados.

 

“Vemos que lamentablemente en el norte todas las bajas de retenciones que hubo tanto en economías regionales y en granos se ven truncas por las subas exorbitantes del combustible”, explicó a la prensa local Natalio Iglesias, de la Asociación Productores de Legumbres del NOA.

 

El debate sobre los costos de los fletes vuelve a poner en el centro de la escena la necesidad de agregar valor en origen, como forma de reducir el peso del flete en el valor total del producto transportado. Por otra parte, agregar valor en origen, además de propender a una mayor generación de empleos en la región permite abastecer la demanda de la población de la región, por productos elaborados. Se evitaría así el doble costo de los fletes, que por un lado se usa para enviar la materia prima al puerto y por el otro también para llevar los productos elaborados a la región.

Fuente: 
El Enfiteuta
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